Soy egresado de la generación 2008 y estuve en el Irlandés con los mismos compañeros desde kínder hasta prepa, esto hizo que nos volviéramos una generación muy unida.
Me considero una persona sumamente empática. Siempre me llevé muy bien con todos.
Fui un poco inquieto por así llamarlo, tengo algunas historias que contar y en algunas ocasiones fui el dolor de cabeza de mis profesores. Hoy en día con el paso de los años, me considero una historia de éxito.
Algo que recuerdo y me encanta del colegio son los valores que nos inculcaron y la manera en que forjamos amistades de por vida. Yo creo que ninguna escuela y ningún nivel académico por más bueno que sea supera las cualidades que tiene el Irlandés.
Saliendo de prepa estudié 6 años la carrera de medicina en la Universidad Anáhuac.
Mi servicio social lo realicé en un centro de salud en la comunidad de Palo Solo y al término de este, presenté el examen nacional de residencias médicas y fui seleccionado por mi buen puntaje para aplicar a una de las plazas a las cuales yo soñaba, el Instituto Nacional de Pediatría, institución de atención médica, enseñanza e investigación científica.
Este hospital es un centro de referencia en toda Latinoamérica. Ahí aprendí muchísimo tanto por la complejidad de los casos como por el volumen de pacientes.
Fueron 3 años muy difíciles lo que duró la especialidad, pero no me arrepiento en lo más mínimo ya que me han hecho ser el médico que soy, con muy buen ojo clínico, muy buen diagnóstico, sin miedo y sin temerle a ninguna patología.
La decisión de estudiar la especialidad de pediatría se la debo a mi abuelo. Él fue uno de los pioneros de la pediatría en México. Mi abuelo además de ser muy reconocido fue muy buen doctor. Me encantaba ver cómo trataba a los pacientes, la empatía que tenía con ellos y la gratitud que tenían los familiares hacia él. Me invitaba los veranos a acompañarlo durante sus consultas.
Hoy en día formo parte de un grupo médico junto con mis tíos que también son cirujanos pediatras y mi hermano Pablo, egresado también del Irish y cirujano de cabeza y cuello.
Tengo 2 niñas preciosas, Aitana y Miranda que me traen loco de felicidad.
Agradezco mucho a mis papás que siempre me impulsaron y me apoyaron.
Encuentro una satisfacción enorme al salir de las consultas o de alguna cirugía y no me queda más que agradecerle a Dios y a mis pacientes por un trabajo tan enriquecedor que disfruto mucho.
PROUD TO BE IRISH!